SERVICIOS Y PROCEDIMIENTOS

Todos los hombres después de los 40 años deben de realizarse una revisión anual de rutina con el urólogo. Esta debe incluir un examen sanguíneo de antígeno prostático específico, un ultrasonido de vejiga y próstata y una revisión con un experto.

El 40 % de la población puede sufrir de cálculos en las vías urinarias en cualquier parte de su trayecto, esto debido a cambios en el estilo de vida, consumo abundante de ciertos alimentos y por falta de hidratación adecuada. Cuando existen se deben de tratar para evitar complicaciones y estudiar su origen para evitar recurrencia.

La glándula prostática es un órgano que se estimula de manera constante por la testosterona la cual se produce en mayor o menor medida durante toda la vida del hombre. El crecimiento de esta glándula puede generar síntomas obstructivos que afectan la calidad de vida. 

Dentro de los síntomas mas comunes se observa la debilidad del chorro urinario, el doble chorro, el goteo terminal, la necesidad de pujar al orinar, la sensación de vaciamiento incompleto, la necesidad de ir frecuentemente al baño o el levantarse a orinar por las noches.

La primera linea de tratamiento es mediante medicamentos y normalmente la gran mayoría de los pacientes responden de manera favorable a dicho tratamiento mejorando su calidad de vida.

Hoy en día se trata de uno de los tumores mas frecuentes en el hombre y que se observa en personas cada día más jóvenes. La ventaja de este tumor es que es de crecimiento lento y que si se detecta en etapas tempranas existen tratamiento curativos y radicales sin necesidad de someterse a quimioterapias o radioterapias.

La tasa de éxito de dichos procedimientos es alta con resultados estéticos y funcionales excelentes.

Hay que recordar que existen factores de riesgo conocidos para este tumor como familiares de primer grado como padre, abuelo o hermano con cáncer de próstata, raza afroamericana y el tabaquismo, pero que cada día mas se ven casos nuevos sin factores asociados. El antígeno prostático especifico sigue siendo la herramienta mas útil para la detección temprana de este padecimiento.

Se conoce como la reducción del canal de salida del conducto urinario el cual condiciona al paciente disminución del calibre y fuerza del chorro al orinar que puede llevar a la necesidad de pujar y quedarse con ganas de seguir orinando.

Si la obstrucción es moderada o severa puede condicionar infecciones de vías urinarias de repetición o presencia de cálculo urinarios en diferentes segmentos.

La causa más frecuente de estenosis de la uretra es la secundaria a la manipulación no adecuada del conducto, por ejemplo al colocar una sonda de manera inadecuada, la salida de un cálculo urinario o la manipulación posterior a una cirugía urológica como cirugía de próstata o por cálculos.

Dentro de las opciones de tratamiento actual existen tratamiento provisionales que son no definitivos como puede ser la dilatación de la uretra con sonda o dilatadores la cual generalmente puede ser traumática y dolorosa y normalmente se debe de realizar de manera repetitiva dependiendo del caso y condiciona que cada dilatación genere mayor fibrosis y obstrucción.

Otro tipo de tratamiento es la uretromía interna la cual consiste en el corte de la cicatriz fibrosa de manera endoscópica (a través del pene), realizada con un equipo especial y bajo anestesia, posterior a este procedimiento el paciente puede ser egresado con sonda por un par de semanas y puede mantenerse con adecuado chorro urinario por un tiempo determinado. Normalmente el porcentaje de recurrencia de la estenosis dependerá de la longitud de la estenosis tratada y de la técnica utilizada. Se reporta un grado de recurrencia hasta del 30 % por cada centímetro afectado.

El tratamiento definitivo para la estenosis de uretra es la reconstrucción del conducto urinario de manera definitiva, esto es remodelar el conducto con un tejido adicional que este exento de cicatrización anómala.

Para este procedimiento denominado plastia de uretra o reconstrucción de conducto urinario se utiliza un injerto del propio paciente el cual se toma de la mucosa oral. Dicho tejido cuenta con las características necesarias para remodelar la uretra y tiene la capacidad de adaptación al tejido y a nivel oral se recupera al pasar de un par de semanas sin secuela alguna.

Este procedimiento tiene una duración de aproximadamente 2 hrs durante las cuales se toma el injerto de la cavidad oral y se realiza la reconstrucción del conducto, posterior al procedimiento el paciente quedara internado un par de días y será dado de alta a su domicilio con sonda la cual será retirada en un par de semanas en el consultorio.

Este procedimiento permite que se mejore la calidad de vida del paciente de manera definitiva sin necesidad de mantenerse de manera constante en dilataciones o ser portador de sonda de manera continua.

La tasa de éxito de la cirugía reconstructiva de uretra es arriba del 85% y dependerá de factores propios del paciente como tiempo de evolución de la estenosis, longitud, distancia, localización, tratamientos previos y características propias del paciente como tabaquismo y/o obesidad.

La evaluación inicial es indispensable para determinar cual es la mejor opción de tratamiento en este tipo de pacientes.

Es el método mediante el cual se ligan y cortan los conductos deferentes para no permitir el paso de espermatozoides al líquido eyaculado y así lograr un adecuado control de la natalidad, debe realizarse en manos expertas para lograr los resultados deseados y evitar complicaciones.

Se trata de procedimiento de corta estancia que se realiza con anestesia local. El paciente entra y sale caminando del procedimiento y a las 24 hrs podrá regresar a sus actividades cotidianas sin ningún contratiempo.

Es importante comentar que al realizar la vasectomía habrá que esperar tres meses o 30 eyaculaciones para poder considerarlo como método definitivo de control natal ya que en el conducto pueden aun quedar espermatozoides viables.
puede llevar a resultados falsos positivos.